Dentro de unos días, el 18 de
agosto próximo, se cumplirán 70 años de la gran explosión que tiñó de rojo el
cielo en la ciudad de Cádiz, debido al
estallido de uno de los almacenes de minas de la Base de Defensas Submarinas
que incomprensiblemente se encontraba ubicado muy cerca del casco urbano. La
ensordecedora explosión se pudo escuchar desde Arcos de la Frontera, según
cuentan algunas personas que oyeron aquel ruido pensando que se trataba de un
terremoto, en aquella calurosa noche de verano. Las consecuencias fueron
devastadoras, hubo unos 150 muertos, entre ellos muchos niños expósitos de la
Casa Cuna situada frente al polvorín, más de 5.000 heridos y en torno a 2.000
edificios dañados, de los cuales 500 quedaron completamente destruidos.
Una desgracia de tal envergadura,
sin parangón posible en nuestra provincia con ningún otro desastre desde el
terremoto de 1755, provocó en toda España una auténtica oleada de solidaridad
con el pueblo gaditano. A pesar de los
difíciles tiempos que atravesaba el país, en plena época de las cartillas de
racionamiento y el extraperlo, la gente se volcó en la campaña de ayuda a los
damnificados. En los archivos del CEIP Ntra. Sra. de las Nieves de Arcos, hemos
localizado una circular firmada en Cádiz el 13 de octubre de 1947 por el
inspector Jefe M. García, en la que solicita ayuda a los niños y niñas de todos
los colegios de la provincia, expresándose en los siguientes términos: “A
vosotros, niños de nuestras escuelas, os corresponde en gran parte enjugar
tanta lágrima y mitigar tanto sufrimiento. Por eso os pedimos en primer lugar,
para los que murieron, vuestra ferviente plegaria, siempre tan grata a Dios; y
para los que lloran tanta ruina material, os demandamos la manifestación de
vuestros tiernos y generosos sentimientos, la limosna cristiana que es
expresión, al mismo tiempo, de la caridad y ayuda en la necesidad. Nosotros ha
de ser carácter de la suscripción en la que deseamos que participéis todos,
cada uno en la medida de sus posibilidades. A tal fin, podéis entregar a
nuestros maestros hasta el día 30 del próximo noviembre: A) Dinero,
principalmente el que proviene de privaciones de golosinas y caprichos. B)
Ropas para que el frío invernal no se cebe en tantos como las han perdido. C)
Cualquier producto que vuestra fina sensibilidad os sugiera como alivio de una
necesidad”.
A buen seguro que todos los
maestros y maestras de las escuelas de Arcos secundaron la campaña instigada
por el Sr. Inspector y desde las familias arcenses se pudo recaudar una buena
ayuda para mitigar aunque fuera mínimamente, las consecuencias del desastre.
Como muestra de la recolecta, hemos hallado dos listas de alumnas, una de ellas
de la escuela de de doña Bernardina en
la que se muestra la cantidad monetaria donada por cada una. La otra lista que tenemos pertenece a la escuela
de párvulos. Puede que hubiera otra lista con las aportaciones materiales
(mantas, ropa, etc.), pero sólo hemos localizado éstas.
Como dato curioso, indicar que en uno de los referidos documentos nos encontramos con dos nombres muy conocidos en Arcos, como son Mercedes Monroy y Carmen Temblador (Carmelita Temblador). Ambas fueron amigas inseparables desde la más tierna infancia hasta el fallecimiento de la primera. Se educaron, crecieron y se hicieron mujeres en el colegio de las Nieves. Las dos terminaron convirtiéndose en profesoras. Mercedes incluso llegó a ser la directora del propio colegio desde 1985 hasta 2003 en que se jubiló. Carmelita, por otro lado, dirigió también durante muchos años la guardería, desde 1977 que se fundó hasta 1998. Curiosamente ostenta el nombre “Escuela Infantil Virgen de las Nieves” porque ella misma se empeñó en otorgarle dicho nombre. Administrativamente no tienen nada que ver un centro con el otro, simplemente coinciden en la denominación referente a la patrona de nuestra localidad. Hace unos meses Carmelita Temblador recibió el pasado 28 de febrero de 2017, día de Andalucía, el reconocimiento a la Trayectoria Vital en la gala organizada por el Excmo. Ayuntamiento de Arcos.
Mercedes Monroy y Carmelita Temblador. Dos grandes amigas que sólo el fallecimiento de la primera pudo separar. |
!Cuantos recuerdos!: compañeros y amigos. Muchos de ellos nos han dejado ya.
ResponderEliminarMercedes gran profesional
Mi agradecimiento a todas/todos ellas/ellos
Muchas gracias por su comentario. Poco a poco iremos encajando las piezas del gran puzzle que constituyen las historias (en plural) de este colegio. Le animo a aportar datos, fotos o documentos que conserve de su paso por aquí. Un cordial saludo.
ResponderEliminarUn artículo sensacional y muy emotivo, del que como investigador de la Explosión quedo muy agradecido en nombre de los damnificados. Mil gracias y compartido en mis redes sociales.
ResponderEliminarMuchas gracias, José Antonio.
EliminarAntonio Domingo.